Si os digo, «Nants ingonyama bagithi babaSithi uhm ingonyama», seguro que pensaríais que me ha poseído algún espíritu. Nada más lejos de la realidad, porque si ahora os menciono las palabras Disney, león y África, igual empieza a estar todo mucho más claro. Sí, sí, ¿a que ya sabéis de quién se trata? ¿Lo decimos a la vez? Una, dos… y tres… ¡El Rey León! ¡Genial! Si es que no se os puede engañar.
Pues bien, en 2019, veinticinco años después de la primera producción, Disney deja atrás el color y la magia para lanzar un remake de realismo por computadora. Como curiosidad os diré que el equipo recorrió más de dieciocho mil kilómetros de sabana grabando las imágenes y que aparecen más de nueve mil animales modelados. Es impresionante el grado de realismo que ofrece la película.

Simba cachorro es una preciosidad, Disney utilizó como patrón a una leoncita del zoológico de Dallas. Otra de las curiosidades, esta vez no tan bonita, es que en la película aparece el último rinoceronte blanco macho del norte de África, como homenaje a esta especie extinguida en 2018 («Sudán» se llamaba el último ejemplar). Una de las novedades con la que cuenta esta producción, es la participación de la cantante Beyoncé, poniéndole voz a la leona Nala y cantando el tema de » Spirit».
Un lujo seguir contando con la colaboración de Elton John y Hans Zimmer entre otros. ¿Quién no ha cantado y bailado al ritmo de «Voy a ser Rey León»?.
Si nos fijamos en el principio, vemos cómo las voces llevan el ritmo, un ostinato que anuncia que algo está a punto de ocurrir, para continuar de fondo al entrar la melodía. Una gran apertura armónica en el coro alardea de su majestuosidad, al mismo tiempo en el que aparece la imagen de Mufasa, que asiente, coincidiendo su movimiento con el acento musical.
Estas cosas son las que me maravillan, cómo la música, la voz y la imagen se unen para hacernos partícipes de esa magia. La intensidad culmina en la presentación de Simba en manos de Rafiqui. ¿Sabías que los nombres de los animales están en suajili y que Simba significa «fuerza», Nala quiere decir «ser feliz» y Mufasa, «el que es bueno»? Como la vida misma, tan tierna unas veces y tan dura otras, vemos cómo la película empieza con el nacimiento del pequeño Simba y termina con el nacimiento del hijo de éste y de Nala, en ese «Ciclo de la vida». Mi personaje favorito es Timón, ¿sabes qué animal es? ¿Magia o realismo? ¿Con cuál te quedas?
Y ahora, ADIVINA ADIVINANZA. ¿Sabes qué significa HAKUNA MATATA? Hasta la próxima. Que seáis felices
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